-Que todas las canciones hablen de nuestra relación (retorcida, imposible, maravillosa) con ese chico. Y que las disfrutemos horrores cuando las escuchamos.
-Manchurrón blanquecino de flujo en las bragas negras. Un clásico.
-Acostarse con un guiri. Follar en otros idiomas. Complicación absoluta; maravillosa, locurón, gritar una mezcla de lenguas que incluyen el esperanto y el arameo.
-Tíos que tienen problemas con su novia ¿Qué me estás contando? ¿Te cuento yo cómo separo por colores la colada? Porque el interés es el mismo...
-Ese mechoncito de pelo en el entreteto masculino con forma de pubis... ¡Buf!
-Hacerse fotos y/o videos y/o chatroulettes hecha una guarra (y pelín borracha) y vivir arrepentida y con miedo después toda una vida.

-El amigo de su novio que le hace chorrear.
-Follar hasta enamorarse.
-Ellos no quieren una mujer interesante de la que aprender y que les inspire. Solo buscan una necia para que les admire, y les chupe la polla y el ego.
-Tener una hora y 43 minutos y medio a un tío titileando la lengua en torno al coño y que no sepa hacerlo. Ese absurdo momento de decirle "Oye, para ¿mejor follamos?"
-Amigas que comparten información sobre el tamaño del miembro de su última conquista.
-Estar hecha una cerda, que él se corra y en 0,43 segundos le entre sueño. ¿Perdona? ¿Y yo qué?
-Improvisar un trío y darse cuenta de que es lo que siempre ha querido en la vida. ¡Por fin!
-Llegar a una fiesta; clichar al personal y pensar que lo más follable que hay allí es una lesbiana con canas. Tristeza. España.
-Follar por follar.
-Intentar que algo funcione haciendo cosas de novios: ver series, levantarse juntos un martes por la mañana, ir a cenar... Pero no. Es mentira. Y saberlo en el fondo y en la forma. Querer sufrir cuando la cosa hace aguas, y ni siquiera poder.
-Ventosidades vaginales incontroladas después de yacer a cuatro patas.
-Cada vez más chicos me cuentan que sus ex les pedían que las pegaran. (¿De verdad son tan malrolleras las tías?)
-Empirismo puro: Quien besa bien folla bien, quién besa mal, folla fatal.
-Se le corren en la boca y se niega a tragarlo. Está caliente y sabe raro ¿Qué hacer? Instante de incertidumbre que dura dos siglos y medio. (Y suele acabar de una forma muy poco poética).
-El cigarro postcoital. Maravilla.
-Enamorarse de verdad; de doler; de gozar, de no poder ni respirar. Y negarlo ante sí misma como una bellaca.
-Una mujer de la que me fío muchísimo me dijo textualmente "No sabes lo que es follar de verdad hasta que no lo haces con un gitano o un moro". Me da que moriré virgen.
-La eterna duda sobre la parte de piel y de pelo que comprende la ingle brasileña. No hay un acuerdo al respecto. Naciones Unidas debería intervenir ya.
-Las amigas de su novio son intelectualmente diferidas (por no decir retrasadas mentales), y usted vive mordiéndose la lengua, claro.

-Chicas que en el perfil de las redes sociales se hacen fotos desde arriba, simulando (probablemente de forma inconsciente) la panorámica que de ellas tienen al hacer una felación. Y ojito, que tienen mucho éxito.
-Tontear durante semanas por cualquier red social. Y al final tiene novia.
-Chicas que ponen a parir su novio y buscan su complicidad. No paran hasta que usted dice lo cabrón que es. Luego vuelven con él. Son felices y usted se siente miserable.
-Sujetadores con relleno. Milagros multiplicadores como los panes y los peces.
-Usar el Tinder, el Happn, el whatsapp, el facebook... para zorrear desde casa con el pijamita metido por dentro y el pelo sucio en una coleta.
-Esos supraseres que dedican más de 20 minutos seguidos a lamernos las tetas.
-Sería perfecto si... (Y hay una sola objeción): Su dentadura no me diera asco; su estatura fuera al menos como la mía; tuviera voz de hombre; no fuera cocainómano; tuviera pelo; no viviera en Bergamo...
-Microenamoramientos de 5 segundos, tan intensos como una peli de Kurosawa.
-Chicos que sin previo aviso le meten el dedo índice en el ano ¿Acaso se lo ha pedido alguien?
-Desear una vida estable, con boda de damas de honor y todo con un compañero de trabajo que jamás lo sabrá.
-Micropenes como lombrices de tierra, macropollas como anguilas gigantes de novela de Julio Verne que dan miedo incluso en reposo.
-Follar con música bonita es como vivir en un videoclip (y se sufre el enormísimo riesgo de pillarse por la otra persona).
-"No, no me pasa nada". Nunca -repito: nunca- es verdad.
-Amar a su novio con locura, pero con dos gintonics se follaría a cualquier bicho. O militar en la defensa de la soltería pero palmotear con el coño cuando una relación empieza a ir en serio.
-Ese truco infalible (mil veces testado con otros) que sabe que le va a derrumbar: Caida de párpados haciéndose la tímida, cara de puta cuando se la chupa o mirada de soslayo y sonrisita cómplice en público.
-Visualizar SOLO porno gay (o hentai, o interraciales, o gangbangs, o cualquier cosa muy específica) para masturbarse.
-Ser infiel y no mirar con quién.
-Agujetas del día después. Sonreirse para sus adentros y darse cuenta de que ESO es echar de menos a alguien.
-Chicos repelentes, con el nacimiento del pelo en mitad de la frente, con pinta de rejoneadores, parecidos a Chechu de Médico de familia o señoritos de Cortijo sevillano... y que sin embargo follan como el mismísimo Dios.
-Darse cuenta de que es amor en el momento exacto en el que él se corre dentro. ¿Romanticissmo o inconsciencia?
-Ser frívola con el amor de su vida e intensa con un rollo de una noche.
-Olvidarse de uno con otro. Y no. La mancha de mora no desaparece, amigas. Solo la borra el tiempo.
-Oler algo suyo. Morir de amor.
-Último día de regla y flujo marrón. Puesto número uno del top ten de situaciones incomprendidas por los hombres.
-Tirones musculares en sitios y momentos difíciles.
-Tomar aire y sentir que le entra en los pulmones todo el Co2 del sistema solar, ese extraño hormigueo en el corazón, cerrar los ojos y ver más allá, sonreir frente al whatsapp, ganas de abrir la ventana y gritar para que se entere el mundo entero: Sintomatología clara y única del amor.
-Que le mole abofetear o escupir en momentos muy específicos, pero no que se lo hagan a usted.
Lo dice Diana Aller
5 comentarios :
Maravilloso!!
Grande, Diana Aller!
Es la primera vez que escribo en un blog, y creo que no podría haber elegido mejor blog que este. Te sigo desde hace tiempo y me encanta todo lo que escribes: la perspectiva, el tono, la forma, tus anécdotas, los temas... Eres increíble!!
Un abrazo
Lo más real que he leído nunca! Me chiflas!
Que espantosas son las mulleres
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